Hay dos noticias que combinadas resultan realmente coherentes. Ya lo decía Susan Wojcicki la “top banana” de YouTube, _”las prioridades de mi empresa son tres: móviles, móviles, móviles”. Se refiere en parte al cambio revolucionario en la forma de consumir el formato en vídeo. De momento el 50% de los vídeos de YouTube se consumen vía móviles, y el crecimiento es exponencial e irreversible.
Con independencia del impacto social derivado de este hecho y que luego comentaremos brevemente, hay un impacto directo clarísimo. Los streaming, -ver vídeos desde YouTube Crunchyroll, Wuaki,- y otras plataformas de video en línea, generan un gasto tremendo de batería. Es un hecho incuestionable.
Oportunamente, la empresa española Graphenano acaba de presentar unas nuevas baterías de grafeno con mucha mayor duración, más ligeras, que ocupan menos espacio que las de litio y se cargan en solo 5 minutos. ¡Olé!
Efectivamente, la audiencia es voraz, impaciente, selectiva e individualista. Se vuelca por el VOD (video on demand). En definitiva estamos en la era del video a la carta.
Me pregunto, cómo afectará nuestros negocios estos cambios de conducta. ¿Mayor segmentación?, ¿el micromarketing pasa a ser nanomarketing servido a la carta?, ¿estrategias digitales con mayor precisión quirúrgica, si cabe? . Lo que veo claro es que nos obliga a una mayor creatividad en los contenidos.
Y eso no es todo. Para el gran potencial social y económico de este mercado del vídeo online, ya sea a través de servicios de pago, plataformas de contenido o redes sociales, hay novedades. Ya casi se nos olvida que Twitter adquirió Periscope, Facebook gestiona sus 360º y YouTube promociona sus “Space” incluso en Mumbai.
Y es que hay una gran movida entre los operadores con sus ofertas. Hay una estrategia rotunda en ofrecer al público nuevas tecnologías atractivas y facilidades de producción de contenidos.
Otro ejemplo más del consumo colaborativo. Los que consumen también producen y todos comparten. El esquema es inteligente.
Ya solo nos queda esperar la tecnología que viene. Me refiero al VR con sus experiencias inmersivas. Pero con el permiso del Sr. Zuckerberg, lo dejamos para otro día.
